Volcán Copahue: Nuevas señales precursoras de actividad volcánica

Los estudios llevados a cabo por investigadores del Grupo de Estudio y Seguimiento de Volcanes Activos (GESVA) de nuestro instituto y publicados en el Journal of Volcanology and Geothermal Research , junto con recientes observaciones han nuevamente determinado señales precursoras de la potencial actividad en el volcán Copahue. Esto ha despertado el interés de la comunidad científica dado el incremento de señales sísmicas que ha presentado en los últimos días, como así también del público en general como consecuencia de la reciente evacuación de la localidad de Caviahue.

El GESVA colabora activamente con las autoridades locales y provinciales del comité de crisis que opera desde el inicio de la actividad eruptiva el pasado 22 de diciembre. Según informes publicados por el OVDAS, la actividad sísmica del volcán Copahue tuvo a partir del viernes 24 de mayo un aumento significativo a niveles no observados anteriormente, superando en algunos casos los 10.000 eventos sísmicos al día y los 1.000 eventos por hora. Esta situación determinó el anuncio de alerta roja por parte de Defensa Civil y la evacuación de tipo preventiva de la comunidad de Caviahue, situada 9 km al este del edificio volcánico ya que podría ser afectada por una eventual erupción.

Los integrantes del GESVA trabajan desde hace varios años en el estudio y seguimiento del volcán Copahue mediante distintas metodologías (sismología, geoquímica, deformación) con el objetivo de comprender la dinámica del centro eruptivo.

Con posterioridad al último evento eruptivo del 22 de diciembre 2012, integrantes del grupo GESVA-IDEAN de la Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Rio Negro, en conjunto con investigadores del las universidades de Firenze y Bologna (Italia), ascendieron al volcán y  observaron cambios drásticos del sistema cratérico.  La laguna cratérica hiperácida que habitualmente se alojaba en el cráter activo fue eliminada por la erupción, dejando expuestas las fumarolas del conducto que alimentan el cráter.

Situación habitual del cráter activo, alojando una laguna cratérica hiperácida (30-40°C y pH menor a 1, enero 2009).


Situación actual del cráter activo posterior a la erupción 22-12-2012, fumarolas expuestas (superior a 400°C, marzo 2013).


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

Durante enero-marzo de este año (2013) los investigadores del grupo GESVA realizaron las primeras mediciones de gases volcánicos en el interior del cráter activo del volcán Copahue, cuyas temperaturas superaron los 400°C y se estima que superarían ampliamente los 500°C en el centro del conducto principal.

 

Mediciones de gases en el cráter activo.


Toma de muestras en el interior del cráter.


 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

Estos gases están compuestos principalmente por vapor de agua y gases volcánicos de características ácidas (CO2, SO2, HCl, HF, etc). Esta información complementará significativamente las recientemente publicadas por el grupo (Agusto et al. 2013), que indica para el Copahue los más altos valores isotópicos 3He/4He (7.9 R/Ra) de la cordillera de los Andes sugiriendo una activa conexión con fuentes magmáticas profundas. Las relaciones entre las especies químicas e isotópicas de He y N2 indican un cambio en las condiciones magmáticas que alimentan el sistema volcánico hacia composiciones andesíticas más evolucionadas.

 

Diagrama Ar-N2-He indicando cambio en las composiciones gaseosas del sistema.

El trabajo realizado con investigadores del Instituto CEDIAC de la Universidad Nacional de Cuyo permitió detectar a partir del año 2011 un proceso inflacionario asociado al edificio volcánico. Luego del evento eruptivo que tuvo lugar el 22 de diciembre el proceso inflacionario continúa registrándose una deformación acumulada entre diciembre 2011 y Marzo 2013 cercana a los 17 cm (interferograma 29122011-2801201).

Interferograma donde se observan 9 franjas de fase indicando una deformación aproximada de 17 cm.


 

Resultados previos en relación a la deformación superficial indicaban subsidencia asociada al periodo 2002-2007 a una velocidad media máxima de 2 cm/año. Este cambio en el signo de la deformación se produce con posterioridad al terremoto de Maule, a partir del cual también se han observado variaciones en la sismicidad local.

El proceso inflacionario evidencia una reactivación del sistema que podría asociarse al ingreso de un nuevo pulso de magma en el reservorio, que habría alimentado la erupción de diciembre pasado y que continúa en su ascenso a superficie, reflejado tanto en la deformación superficial como en los altos valores de  sismicidad registrados actualmente.

 

Para mayor información se remite al lector a:

Agusto, M., Tassi, F., Caselli, A.T., Vaselli, O., Rouwet, D., Capaccioni, B., Caliro, S., Chiodini, G. y Darrah T.  2013. Gas geochemistry of the magmatic-hydrothermal fluid reservoir in the Copahue-Caviahue Volcanic Complex (Argentina). Journal of Volcanology and Geothermal Research 257:  44-56.
Velez, M.L., Euillades, P., Caselli, A,T,, Blanco, M,, Martínez Díaz, J. 2011. Deformation of Copahue volcano: Inversion of InSAR data using a genetic algorithm. Journal of Volcanology and Geothermal Research 202: 117–126.