Volcanes: los Gigantes de fuego cien años después

En el Nº64 de la Revista Exactamente la comunicadora Cecilia Draghi publicó una nota de divulgación científica acerca de las actividades que realiza el Grupo de Seguimiento de Volcanes Activos (GESVA) de nuestro instituto. Dicha revista es una publicación cuatrimestral de acceso abierto de la Subsecretaría de Comunicación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. El GESVA, liderado por el Dr. Mariano Augusto y la Dra. Maria Laura Velez, es un grupo de investigación dedicado al estudio de volcanes activos que intenta articular el conocimiento proveniente de diferentes áreas, para desarrollar los modelos de comportamiento de los volcanes, realizar el seguimiento y determinar los fenómenos precursores a una erupción.

Cráter del volcán Copahue, provincia de Neuquén

El Volcán Copahue, ubicado en la provincia de Neuquén, se encuentra activo y por lo tanto su monitoreo resulta imprescindible para comprender su comportamiento. La obtención de información es clave para detectar cuándo es posible que ocurra una erupción y que las poblaciones que habitan en el entorno del volcán tomen las precauciones del caso. Es por ello que desde hace casi 100 años este volcán es monitoreado por vulcanólogos del país y el extranjero. El GESVA, en particular, analiza periódicamente las características de la laguna asociada mediante la toma de muestras de agua y de gases emitidos, entre otras características. El Copahue tuvo al menos 14 erupciones en los últimos 250 años y es de sumo interés para la vulcanología.

Descenso con cuerdas en el cráter del Volcán Copahue

Por otro lado el GESVA monitorea no solo a este volcán sino que también realiza periódicas visitas a distintos complejos volcánicos como es el caso del Planchón-Peteroa ubicado a unos 4000 msnm en la frontera entre Argentina y Chile. Allí se deja en la cima instrumental para tomar mediciones. Este volcán presenta varias erupciones históricas documentadas (1991, 1998, 2010 2011). En su amplio cráter englasado, se observan cuatro cráteres de explosión con lagunas cratéricas y un cono de escoria. En 1991 la columna eruptiva alcanzó una altura de 6.000 m.s.n.m. y los vientos dispersaron cenizas hacia el este-noreste, en territorio argentino, excediendo los 80 km de distancia.

El GESVA también ha elaborado un manual de procedimientos ante contingencia por caída de cenizas volcánicas donde se analizan las problemáticas generadas y se plantean posibles soluciones o acciones de prevención. El mismo fue realizado gracias a un proyecto “Exactas con la Sociedad 2009-2010” Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA) y se encuentra disponible para bajar en formato PDF desde el siguiente link: Manual de procedimientos ante caída de cenizas

Para leer la nota completa de divulgación acceder al siguiente link: http://revistaexactamente.exactas.uba.ar/