Simbiosis entre corales y serpúlidos: una relación estrecha desde al menos el Cretácico Temprano

Un trabajo publicado por uno de nuestros investigadores en la Revista Brasileira de Paleontologia analiza y describe una interesante simbiosis entre dos grupos de organismos fósiles. El término simbiosis hace referencia a la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies. Por ejemplo, los corales actuales suelen hospedar una gran variedad de organismos simbiontes de todo tipo, ya sean mutualistas, comensalistas o parásitos, entre los que los serpúlidos ocupan un destacado lugar; pero, sorprendentemente, hay muy pocos registros fósiles de macrosimbiosis de serpúlidos con corales escleractínidos. El estudio publicado recientemente demuestra que la simbiosis entre corales y serpúlidos se remonta al menos hasta el Cretácico Temprano.

La presente investigación se realizó sobre la base de más de 120 ejemplares de corales coloniales ramosos colectados en Loma Rayoso (Neuquén) en el Miembro Pilmatué de la Formación Agrio, dentro de la Subzona de Olcostephanus laticosta del Hauteriviano temprano. Los corales fueron identificados como Stereocaenia triboleti Koby mientras que los serpúlidos pertenecen a Propomatoceros sulcicarinatus Ware.

 

vista externa de corales ramosos mostrando el contorno de los tubos de serpúlidos englobados por la colonia de coral.

 

En numerosos especimenes del coral estudiado se observan tubos de serpúlidos englobados dentro de las ramas, cuyo diámetro llega hasta los 4 cm (Figura 1). En las secciones se nota que los tubos incluidos en las ramas tienen una morfología similar a la descrita para las formas epibiontes, con las marcas distintivas de la epibiosis hacia la parte interna de las ramas, evidenciando que los serpúlidos se adhirieron, en su mayoría, en estadios de crecimiento temprano de los corales, cuando las ramas tenían un diámetro menor a 1 cm, que crecieron prolongándose verticalmente en forma casi recta, y que fueron englobados al crecer los corales en ancho (Figura 2). En algún caso hay hasta cuatro serpúlidos dentro de una misma rama de coral, cuyas adhesiones se produjeron en distintos momentos.

cortes transversales de ramas de coral mostrando el englobamiento de los tubos de serpúlidos.


 

Todas las evidencias apuntan a un asentamiento preferencial de los serpúlidos sobre ramas de corales vivas, de diámetro reducido, con una marcada tendencia a crecer en sentido vertical hacia arriba. La existencia de serpúlidos tanto dentro como sobre las ramas de coral, y en algún caso sobre bivalvos, indica que la simbiosis entre ambos, al contrario de la mayoría de las actuales, no era obligatoria sino facultativa.

reconstrucción de la biofacies de corales coloniales junto con serpúlidos, ostras y organismos perforantes registrada en el Miembro Pilmatué de la Formación Agrio en Loma Rayoso, Neuquén. A. Olcostephanus (O.) laticosta. B. Stereocaenia triboleti/Columastrea antiqua. C. Propomatoceros sulcicarinatus. D. Omasaria neuquina. E. Mucroserpula mucroserpula. F. Trigoniid bivalve. G. Amphidonte sp. H. Gastrochaenolites isp.


 

En las simbiosis actuales, los serpúlidos obtendrían como ventaja protección al ser englobados por un organismo que posee tentáculos con nematocistos; pero no está claro si el coral, a su vez, obtiene ventajas de esta asociación. Se ha sugerido que los poliquetos, al crear activamente corrientes de agua para su alimentación, mejorarían la circulación del agua alrededor de la superficie del coral, aumentando la dispersión de sus productos de desecho o la disponibilidad de nutrientes, y también impedirían el asentamiento de algas y alejarían a predadores. En el caso analizado, donde el coral hospedante tenía hábito ramoso, podría agregarse a lo antedicho como ventaja para los poliquetos la posibilidad de poder crecer verticalmente y acceder a una porción de la columna de agua alejada de la turbidez del fondo; aunque su asentamiento sobre ellos podría deberse simplemente a la escasez de sustratos duros, ya que se interpretó que el sustrato sobre el que crecían era de consistencia blanda. El coral, a su vez, podría obtener, por la adhesión del serpúlido, un incremento del diámetro y la rigidez de sus ramas, sobre todo en estadios tempranos de crecimiento, teniendo en cuenta que se correspondería con un fondo marino somero sometido a frecuentes de tormentas (Figura 3).

La simbiosis descripta podría así caracterizarse desde el punto de vista ecológico como un caso de mutualismo, ya que ambos componentes de la relación recibirían beneficios; y desde el punto de vista estructural como un intercrecimiento o bioinmuración. Además este caso de simbiosis puede aportar claves acerca del surgimiento de una simbiosis obligatoria en Spirobranchus, un género actual de serpúlidos estrechamente relacionado con Propomatoceros.

Para mayores detalles se remite a:
Garberoglio, R.M. y Lazo, D.G. Post-mortem and symbiotic sabellid and serpulid-coral associations from the Lower Cretaceous of Argentina. Revista Brasileira de Paleontologia 14:215-228. Brasil ISSN 1519-7530.

Journal webpage: http://www.sbpbrasil.org/revista/edicoes/14_3/artigo_02.pdf